La importancia de formar e informar

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Actualidad AXA 27935135
11/10/2022

La importancia de formar e informar

Por José Millán, Director de la Cátedra de Prevención de Riesgos de la Fundación AXA

 

En 2009, Naciones Unidas fijó el 13 de octubre como el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, cambiando el formato que arrastraba desde 1989, impreciso al celebrarse cada segundo miércoles de octubre y con una visión menos preventiva: Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales. Y es que hoy para Naciones Unidas los desastres naturales no existen. Los desastres son siempre el resultado de las acciones y las decisiones humanas. 

En su Tercera Conferencia Mundial sobre Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada en 2015 en la ciudad japonesa de Sendai, Naciones Unidas aprobó un marco de actuación que vino a conocerse como "Las siete metas de Sendai", clasificadas de la “A” hasta la “G”, acometiéndolas progresivamente, de manera que en 2022 le corresponde a la G: "Incrementar considerablemente la disponibilidad de los sistemas de alerta temprana sobre amenazas múltiples y de la información y las evaluaciones sobre el riesgo de desastres transmitidas a las personas, y el acceso a ellos, para 2030”

Los sistemas de alerta temprana –de los que carece aún un tercio de la humanidad- utilizan comunicaciones integradas, con el fin de ayudar a las poblaciones a prepararse para los peligros de todo tipo de fenómenos adversos: inundaciones, sequías, tormentas, calor, tsunamis, etc. Quisiera detenerme en estos últimos, los tsunamis, por la importancia que para España ha supuesto aprobar en 2021 el Plan Estatal de Protección Civil ante Riesgo de Maremotos. En él se prevé un Sistema Nacional de Alerta de Maremotos (SINAM) integrado a su vez en la Red de Alertas Nacional, que a su vez interconecta otros centros oceanográficos de ámbito internacional. 

Aunque los tsunamis pueden provocarse por corrimiento de tierras, por una erupción volcánica o por la caída de un meteorito; lo común es que sean provocados por terremotos en el fondo marino; de ahí que el citado Plan Estatal de 2021 señale qué zonas de costa española son susceptibles de aviso de maremoto por parte de la Red Sísmica Nacional; entre ellos figuran las de Chipiona y Huelva, siendo noticia estos días la firma de un Protocolo de Alertas Tempranas frente a Tsunamis por parte de ambos municipios. 

Sin perjuicio de que estos acuerdos contengan el necesario monitoreo tecnológico, las pertinentes señales de zonas de evacuación o resguardo, etc., es importante que tomen nota de las últimas lecciones que nos brindó el tsunami del Océano Índico en 2004, el conocido como terremoto de Sumatra-Andamán. 

Por una parte, allí un gran número de víctimas murieron  golpeadas por cascotes de chiringuitos instalados en su costa, hoy ya prohibidos. Por otra, que la formación e información nos dio una gran lección, porque en el tsunami de Sumatra-Andamán, concretamente en la playa de Phuket de Tailandia, se salvaron cerca de 100 turistas gracias a que una niña británica de 10 años, Tilly Smith, percatada de la gran ola que avistó a lo lejos, advirtió a los bañistas minutos antes la llegada de aquel tsunami, salvando a todos sus vidas, porque días antes en clase de geografía en su Escuela, su profesor les había explicado cómo funcionaban los tsunamis.  

Hoy entre los múltiples reconocimientos internacionales a aquella joven, hasta el Asteroide 20002 Tillysmith, lleva su nombre.  

 

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