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Consejos para cuidar tu coche en verano
El verano es una de las estaciones en las que por naturaleza más sufre nuestro vehículo: las altas temperaturas, la exposición de nuestro coche al salitre y a los rayos del sol o el incremento del uso del aire acondicionado son factores que debemos tener muy presentes en los meses estivales. En este artículo vamos a repasar una serie de cuidados específicos para esta época del año con el fin de proteger nuestro coche de los agentes externos más nocivos y que pueda estar en perfecto estado este verano y no suframos ningún contratiempo en nuestros desplazamientos veraniegos.
Para empezar, antes de realizar cualquier desplazamiento importante este verano es aconsejable hacer una revisión a nuestro vehículo. Nosotros mismos podemos hacer una comprobación de los distintos niveles del vehículo (aceite, carga de la batería, refrigerante, líquido limpiaparabrisas, etc.), comprobar la presión de neumáticos, además de asegurarnos del funcionamiento correcto de luces, indicadores, dirección y sistema de frenos. En el caso de que nuestro coche lleve mucho tiempo sin pasar por el taller, es recomendable pasar por él antes de salir de viaje, para poner a punto nuestro vehículo.
1. Limpieza del coche: salitre y cera para rayos ultravioleta
A lo largo del verano es aconsejable lavar nuestro coche con frecuencia, en especial si estamos en un destino de costa, prestando especial atención en la limpieza de los bajos del vehículo, que es dónde mayor cantidad de salitre se acumula, con el fin de evitar cualquier riesgo de corrosión. El lavado del coche también puede ayudar a paliar los efectos del sol, puesto que podemos hacer uso de cera absorbente para rayos ultravioleta, que protegerá la pintura de nuestro coche de los daños causados por una exposición prolongada.
2. Proteger nuestro coche del sol: a la sombra y bien cubierto
En aquellos días de más calor del verano es recomendable aparcar nuestro coche en interiores o a la sombra, siempre que se pueda. Una alta exposición del coche a un calor extremo puede provocar fallos eléctricos y electrónicos. Además, la pintura de la carrocería del coche sufre al permanecer durante horas bajo los rayos del sol. También está la opción de cubrir nuestro coche con una lona para aislarlo en la medida de lo posible. Si no nos es posible estacionar nuestro coche a la sombra, otra opción es el uso de parasoles para proteger el interior de un calor excesivo que pueda provocar daños al salpicadero y en los paneles de las puertas. Estos parasoles también protegen el volante y los asientos (en especial aquellos que tienen tapicería de cuero y pueden provocar quemaduras a los ocupantes al sentarse).
3. Mantener el circuito del aire acondicionado en buen estado
El aire acondicionado es uno de nuestros mayores aliados durante el verano y al mismo tiempo es una de las partes de nuestro coche más expuestas a sufrir averías en esta época del año. El incremento en su uso tras meses sin encenderlo hace necesario revisar a fondo su circuito, y probablemente hacer una recarga de gas refrigerante para estar seguros de que funcionará correctamente a lo largo de todo el verano.
4. Vigilar el estado del motor: prestar especial atención a su temperatura
Revisar la refrigeración del motor de nuestro coche es uno de los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta durante los meses de verano. Debemos asegurarnos de que el circuito de refrigeración del vehículo no tiene ninguna fuga y conviene comprobar que esté limpio de cualquier residuo o incrustación. Estas comprobaciones nos ayudarán a prevenir calentones inesperados del motor. Cuando estemos conduciendo, también deberemos prestar especial atención a la temperatura del motor. Si el indicador del vehículo sobrepasa la zona roja, es recomendable hacer una parada en el camino para esperar a que baje antes de reanudar la marcha.
5. Revisar los neumáticos cada 15 días
Uno de los efectos que tienen las altas temperaturas veraniegas en nuestro coche es la alteración de la presión de los neumáticos. Una presión baja de los neumáticos puede acortar la vida útil de éstos hasta un 15%. Por eso, es fundamental revisar regularmente las presiones de las 4 ruedas durante los meses de verano. Algo que es aconsejable realizar cada 15 días y siempre que vayamos a emprender un trayecto de larga distancia.
Si este verano tienes cualquier problema con tu coche, no dudes en contactar con tu compañía de seguros. Los seguros de coche AXA se adaptan perfectamente a ti y a tu coche ofreciéndote distintos niveles de protección y modalidades de contratación.
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