Desde la llegada de la pandemia el sector de la bicicleta ha sufrido un boom que amenaza incluso con matar de éxito a los distribuidores. Las ventas en grandes superficies han crecido entre un 40 y un 50% mientras que las minoristas se han encontrado con falta de producto ya que en determinados artículos la demanda se ha incrementado por diez. No hay duda de que la crisis sanitaria ha actuado como acelerador de una tendencia, la de la bicicleta en la movilidad de las ciudades, que ya estaba despuntando.

Por eso, no es de extrañar que la Dirección General de Tráfico (DGT) haya lanzado un aviso a los ciclistas; ahora toca exigir que cumplan con las obligaciones y las normas de disciplina necesarias. La DGT responde así a las quejas de asociaciones de conductores que piden que se igualen las bicicletas a los vehículos a motor. ¿Qué supondría esto? Que las bicicletas deberían llevar matrícula, pagar impuestos, contar con un seguro de responsabilidad civil obligatoria, así como un permiso para conducirlas. Y aunque la DGT siempre se ha mostrado lejana a esas peticiones, por ejemplo, sí se ha mostrado partidaria de que se introduzca en los colegios una asignatura sobre el uso de la bicicleta y la seguridad vial.

Muchas de esas peticiones de los conductores se reflejan en el informe realizado por el Centro de Estudios y Opinión de Ponle Freno – AXA. Según sus conclusiones, una amplia mayoría de los conductores, concretamente un 92% de ellos, creen que el casco debería de ser obligatorio para los ciclistas mientras un 79% se muestra partidarios de que este colectivo deba contar con un seguro. Actualmente el casco solo es obligatorio en vías interurbanas y para los menores de 16 años, aunque en declaraciones recientes del director de la DGT Pere Navarro ha asegurado que el colectivo de los riders – los que realizan entregas a domicilio ya sea de paquetería, comida o mensajería- también van a tener que empezar a llevarlo. Eso sí, por el momento no es obligatorio, aunque se prevé que se incluya en la próxima reforma del Reglamento de Circulación para la protección de usuarios vulnerables.

Otro de los cambios que favorecen la seguridad de los ciclistas es el de la obligación de reducir en 20 km/h la velocidad máxima de la vía cuando se vaya a adelantar a una bicicleta. Esta medida causa una gran división entre los conductores según el estudio de Ponle Freno – AXA ya que un 58% de los encuestados se muestra favorable pero un 42% está en contra. Sí que parece haber un mayor apoyo a que se aumente a dos metros la distancia que debe dejarse con una bicicleta a la hora de adelantarla, algo que también está sobre la mesa de la DGT y que, según este estudio, apoyarían un 73% de los conductores encuestados.

Eso sí, hay que tener en cuenta que la práctica totalidad de quienes han respondido a este estudio, un 97%, asegura que guarda siempre la separación establecida a la hora de adelantar a ciclistas. Aunque teniendo en cuenta que un 27% de los conductores no sabe que se puede pisar la línea continua al rebasar a una bicicleta para mantener esa distancia de seguridad, nos quedan dudas de si todos los conductores lo hacen tan bien a la hora de adelantar como pregonan en este estudio.

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