Radares en cascada, 'antifrenazo', de tramo y con drones

Las distracciones, el exceso de velocidad y el consumo de drogas son los tres causantes principales de las infracciones al volante. Por esta misma razón, la DGT ha concebido un plan de carreteras para detectar uno de los motivos más frecuentes de accidentes de tráfico: la velocidad. 

El funcionamiento de los nuevos radares que la DGT instalará en 2022

A unas semanas de la llegada del año nuevo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado la incorporación de un nuevo arsenal de radares a las carreteras para el 2022. La noticia ha llegado como parte de la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030, a través de la cual se instalarán 26 nuevos radares y drones con los que supervisar la conducción desde el aire, entre los cuales habrá diferentes tipos de sistemas que permiten el control de carreteras. Estos son:

Radares fijos 

Los más conocidos de todos los radares por captar el momento álgido de la infracción. Además de ser visibles, siempre deben estar señalizados. Se sitúan en un margen de la carretera, en postes o pórticos y tienen forma de cabina.

La DGT suma 10 nuevos radares fijos, que irán rotando por 20 cabinas diferentes, a los 780 con los que contaba hasta el momento. 

Radares ‘antifrenazo’

Los radares ‘antifrenazo’ son aquellos que se colocan unos metros antes de un radar fijo con el objetivo de comprobar si el conductor ha reducido la velocidad para ajustarla a la del tramo antes de alcanzar el radar fijo. De esta forma se comprueba la verdadera velocidad a la que circula un vehículo antes de frenar y llegar al último radar. 

Uno de los detalles más relevantes de este aparato es que pasa totalmente inadvertido y que la DGT no tiene obligación legal de señalizarlo, a diferencia de los dispositivos fijos. 

Radares en cascada 

Este tipo de radar móvil se sitúa detrás del radar fijo, de modo que los conductores pueden sufrir la temida fotografía si aumentan la velocidad tras el radar fijo. Esta técnica, conocida como ‘radares en cascada’, suele detectar numerosas infracciones de tráfico. 

Radares de tramo 

Los radares de tramos son aquellos que están dotados de dos cámaras con visión infrarroja, capaces de reconocer las matrículas de los coches. A través de la visión artificial, ambas calculan la velocidad media del vehículo, pues la primera cámara se instala al inicio del punto de control y la segunda al final del mismo. De este modo puede comprobarse si el conductor ha estado circulando respetando los límites de velocidad permitidos. 

A los 92 radares de tramo que hay actualmente, se incorporan otros 16 sistemas de este tipo.

Vigilancia con drones 

Del mismo modo, la DGT amplía su flota de drones de vigilancia en carreteras con la misma función que los radares: supervisar las vías principales y multar cuando sea necesario. 

Este tipo de drones, diseñados para mantenerse activos durante más horas y un radio de vuelo más amplio, cuentan con cámaras de alta definición para capturar vídeos e imágenes en tiempo real. 

Si bien hasta el momento se desconoce el número de drones que sumará a su arsenal, desde 2019 hasta hoy en día la DGT dispone de 39 dispositivos teledirigidos. 

Más allá del riesgo que supone para el resto de conductores exceder la velocidad en las carreteras, conviene recordar que no cumplir con las limitaciones establecidas conlleva una multa o sanción económica que varía desde los 100 hasta los 600 euros, así como la retirada de 6 puntos del carnet de conducir. Motivos más suficientes para respetar las normas de tráfico.

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