Imagina ser una mujer en un poblado de Senegal y estar embarazada. Para poder recibir atención en tu parto en un centro médico deberías recorrer a pie kilómetros (en tu poblado las personas no tienen coche y como muchísimo podrías intentar localizar a alguien que te llevara en moto hasta el hospital de la ciudad más cercana). Además, deberías contar con recursos económicos (en Senegal no existe la sanidad pública) y, teniendo en cuenta que el país se encuentra en la posición 166 de 199 en índice de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, tus posibilidades de ser asistida a tiempo serían casi nulas. Esa es la situación de más de 6.000 personas que habitan los 12 poblados que se sitúan cerca de Badian, al sureste del país.  

Por suerte, gracias a la aportación de AXA de Todo Corazón España, la enfermera Anna Diop puede atender a estas personas en un centro de salud de la zona desde 2009. Anna, con gran experiencia, lleva de forma autónoma el centro de salud primaria de poblado, y gracias a AXA de Todo Corazón recibe un salario anual y una partida para  el mantenimiento del centro. Tiene 56 años, es titulada en enfermería por la Universidad de Dakar, y se trasladó sola con sus 3 hijos a esta pequeña población al sur de Senegal para atender los casos de la zona. Contar con un sueldo fijo es impensable y esto es un regalo para muchas personas en este país. 

Pero el coste es duro, debe estar disponible 24 horas para asistir partos (cuenta que solo en 2023 ayudadó a nacer a 100 bebés) en un poblado en el que antes nadie ayudaba a dar a luz, pero gracias a ella ahora son el 99% de las mujeres las que tienen un parto seguro. Ahora Anna es ya un referente en la comunidad en todos los sentidos y está muy orgullosa de su trabajo. 

En caso de problema grave en el parto redirige a las mujeres al hospital de Mako (dice que si un niño viene de nalgas no es un parto complicado y se realiza en el mismo centro de Badian). Además, en caso de no contar con recursos y forma de llegar hasta allí, ella misma les ayuda a conseguirlo. Explica orgullosa que se les da un gran trato a las mujeres ya que pueden descansar hasta 4 horas en el centro después del parto, aunque a veces se le acumulan hasta 3 mujeres en parto en un espacio minúsculo. 

El problema de la planificación familiar es de esencial importancia, e intenta transmitirlo así a sus pacientes, pero la cultura de la reción, bastante cerrada, no ayuda. Los padres de familia ven como un orgullo tener cuantos más hijos mejor, aunque la sociedad no tenga los recursos suficientes para  criarlos. Aun así, Anna intenta ayudar a las mujeres que así lo piden muchas veces sin que sus maridos lo sepan. 

Las personas que no cuentan con medios económicos son asistidas en este pequeño centro de forma gratuita. Pero no solo vienen de los poblados próximos, sino que viene gente de más lejos que ha oído hablar de ella, como un joven de Malí que ha llegado desde la mina de oro en la que trabaja ya que se ha dañado el pie. Está al límite de la gangrena y la mira agradecido.  

Esta es una de las historias que descubrí en primera persona en mi viaje a Senegal con AXA de Todo Corazón. Hay muchas más detrás de este centro de Badian, con Anna como protagonista, y donde la aportación de la asociación hace que la vida en esa región no se detenga, demostrando el poder del voluntariado para dar oportunidades a las personas que aún no las tienen y permitiéndoles soñar con un futuro mejor. 

Texto por Pilar Pérez Barriocanal 

Coordinadora de AXA de Todo Corazón