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Cáncer de piel: todo lo que necesitas saber
Hoy se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Cáncer de Piel, el tipo de tumor más frecuente. Y es que, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), un tercio de los diagnósticos de cáncer en todo el mundo son de piel. Este tipo de cáncer se produce por el crecimiento anómalo y descontrolado de células cutáneas que se han alterado por la radiación ultravioleta (UV) procedente de la luz solar o de camas de bronceado. Es por eso que suele manifestarse con una mayor frecuencia en pieles expuestas al sol.
La AECC estima que cada año se diagnostican en todo el mundo alrededor de 3 millones de casos de cáncer de piel (sin contar con el melanoma); de éstos, más de 20.000 son personas españolas. A estos casos hay que sumar 132.000 personas con melanoma. No en vano, se estima que cada 9 minutos una persona muere a consecuencia del cáncer de piel en el mundo.
Los 3 tipos de cáncer de piel más comunes
Existen 3 tipos de cáncer de piel principales. El más común es el carcinoma de células basales.
- Este tipo de cáncer suele aparecer en áreas del cuerpo expuestas al sol, sobre todo en la cara, las orejas, el cuero cabelludo, los hombros y la espalda. Es un cáncer que se origina por el crecimiento de las células basales situadas en la capa más profunda de la epidermis. El carcinoma de células basales no tiene capacidad de metástasis, pero puede ser invasivo a nivel local por su crecimiento lento pero progresivo.
- El carcinoma de células escamosas es el segundo cáncer de piel más habitual. Supone en torno al 20-25% de los tumores malignos cutáneos. Su origen está en un crecimiento anómalo de las células escamosas, los queratinocitos, que conforman la capa más externa de la piel (lo que conocemos como epidermis). Se pueden reconocer por su aspecto de herida con costra y bordes sobreelevados que sangran con facilidad. Este cáncer puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque suelen darse en áreas más expuestas a la luz UV. A diferencia del carcinoma de células basales, tiene capacidad de metástasis, aunque solo suele ocurrir en casos muy avanzados.
- El melanoma es el tumor menos frecuente dentro del cáncer de piel, pero el más agresivo, puesto que puede invadir el tejido sano que lo rodea y diseminarse a otras partes del cuerpo. A pesar de que la mayoría de los melanomas se originan en la piel, también pueden originarse en otras superficies del cuerpo (mucosa de la boca, en el recto o en los ojos).
Factores de riego y prevención
Aunque ciertos factores de riego del cáncer de piel no se pueden controlar, como es el caso de la edad, la raza o los antecedentes familiares, lo cierto es que hay medidas que reducen el riesgo de padecer melanoma y otros cánceres de piel. Según la American Cáncer Society, hay dos áreas de prevención fundamentales que debemos tener en cuenta y que vamos a exponer:
1. Limitar la exposición a los rayos ultravioleta (UV). Parece lo más evidente, pero lo cierto es que la forma más significativa de reducir el riesgo de melanoma es protegerse de la exposición a los rayos UV. Para ello, debemos tomar medidas de protección contra el sol cuando estemos al aire libre. Gestos tan sencillos como buscar la sombra o ponernos una camiseta si estamos expuestos al sol, usar un sombrero o ponernos crema protectora solar, especialmente en los niños. En este sentido, la Skin Cancer Foundation recomienda usar cremas con un Factor de Protección Solar (FPS) de al menos 15 puntos y deben aplicarse 30 minutos antes de la exposición al sol. Por último, las camas bronceadoras también emiten rayos UV y por lo tanto pueden causar daños a la piel a largo plazo, y contribuir a la aparición de cáncer de piel.
2. Prestar especial atención a lunares anormales. Es recomendable examinar nuestra piel de forma regular en busca de cualquier lunar o cambios en los ya existentes, como aumento de tamaño o lesiones cutáneas que no terminan de curar. Si detectamos cualquier anomalía, debemos acudir al médico para que lo examine, pues la detección precoz en estos casos es crucial. En ocasiones, nuestro médico puede recomendar la extirpación rutinaria de lunares como forma de prevención del melanoma.
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