Declarada patrimonio cultural inmaterial por la Unesco, la dieta mediterránea se considera una de las mejores del mundo. Además, existen numerosos estudios que hacen hincapié en el efecto beneficioso que tiene en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, recientemente, una investigación ha puesto el foco en otro beneficio importante. ¿Y si la dieta mediterránea pudiese contribuir a frenar el deterioro cognitivo? Pues esto es lo que vamos a ver hoy que estamos de celebración por ser el Día Mundial de la Dieta Mediterránea. 

¿Cómo debe ser la dieta mediterránea? 

La dieta mediterránea es un estilo de vida donde, además de mantenerse activo y fortalecer los lazos sociales alrededor de una mesa, destaca por su variedad de productos, entre los que se encuentran las frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva, pescado y cereales integrales. Es una dieta que hace sentir bien, con energía, saludable y manteniendo un peso ideal, lo que tiene un impacto, no solo en la salud cardiovascular, sino también en la de nuestro cerebro. 

Esta dieta retrasa el envejecimiento del cerebro 

La nueva investigación reciente, Investigating nutrient biomarkers of healthy brain aging: a multimodal brain imaging study, trabajó con 100 participantes, que eran adultos mayores, para comprobar cómo la dieta mediterránea podría retrasar el envejecimiento de su cerebro. Además, los investigadores se centraron en estudiar biomarcadores como los ácidos grasos que evitan que se reduzca la materia blanca con la edad. 

La reducción de la materia blanca es un proceso natural de la edad y parece que la dieta mediterránea podría ralentizarlo. De esta manera, se protege la juventud del cerebro, evitando pérdidas de memoria tempranas. Un deterioro cognitivo que puede empeorar, pero con una dieta adecuada es posible enlentecerlo lo máximo que sea posible.  

Se podría reducir el riesgo de sufrir Alzheimer 

Durante la investigación que se llevó a cabo y que permitió observar a los participantes durante 12 años, se realizaron resonancias magnéticas y evaluaciones de cognición para ver si realmente la dieta mediterránea tenía algún efecto en el cerebro. Los resultados demostraron que así era, lo que, además, abre las puertas a nuevas investigaciones prometedoras sobre la posibilidad de reducir el riesgo de sufrir Alzheimer. 

La colina y la vitamina E fueron biomarcadores interesantes 

En este estudio también fue revelador encontrar biomarcadores interesantes como la colina y la vitamina E. Nutrientes esenciales para el cerebro y que mejoran la cognición en las personas mayores. Ahora bien, ¿dónde los podemos encontrar? Pues la colina está en los huevos, las carnes, las aves y el pescado. En cuanto a la vitamina E, esta se encuentra en las nueces, las semillas, los cereales fortificados o los aceites vegetales. 

¿Cómo incorporar la dieta mediterránea en el día a día?  

Incorporar la dieta mediterránea en el día a día para aprovechar todos sus beneficios y ralentizar el envejecimiento del cerebro es relativamente sencillo. Hay que utilizar el aceite de oliva virgen extra como principal fuente de grasa, incrementar el consumo de frutas y verduras (según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AECOSAN, debería ser de 400 gramos al día), incluir legumbres y cereales integrales en la dieta, así como pescados. En cuanto a las carnes, conviene reducir el consumo de aquellas que son rojas (de cerdo, de buey, de vacuno) y las procesadas (salchichas y embutidos). 

Hace ya muchos años que la dieta mediterránea, y su estilo de vida acompañante, se considera una de las más saludables, sin embargo, gracias a este estudio se abren las puertas a muchas más investigaciones sobre ese retraso del envejecimiento del cerebro y la posibilidad de disminuir el riesgo de Alzheimer que se puede conseguir haciendo cambios sustanciales en la dieta. 

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