Las gafas de sol son un accesorio imprescindible en verano para evitar los molestos rayos del sol, sobre todo, al volante. Sin embargo, desde la Academia Española de Venereología y Dermatología (AEDV) alertan de que las gafas deben estar homologadas para que cumplan con su función de proteger los ojos. Todas aquellas que lleven el código CE y lleven la referencia EN 1836:1997 son adecuadas. Pero ¿qué dice la DGT? 

Los tipos de gafas de sol que existen 

Desde la web de la propia Dirección General de Tráfico explican que hay tres tipos de gafas de sol que son diferentes y se deben conocer. El primero hace referencia a las gafas tintadas, cuyo recubrimiento refleja la luz del sol. Si bien en un accidente este puede saltar con relativa facilidad, causando daños en los ojos, son adecuadas. 

Otro de los tipos de gafas de sol que existen son aquellas polarizadas que tienen la característica de eliminar los reflejos. Esto quiere decir que la nitidez al ver por ellas será mejor, pudiendo percibir adecuadamente los colores.  

El último de los tipos de gafas de sol, según la DGT, son las fotocromáticas. Se trata de esas gafas que cambian dependiendo de la luz que haya en el exterior, oscureciéndose o aclarándose. El problema es que, a veces, tardan unos minutos en transicionar de oscuro a claro y viceversa, por lo que hay que tener esto en cuenta al elegirlas.  

Además de todos estos tipos de gafas, conviene recordar que el filtro de protección que ofrecen suele estar en el número 3, aunque este puede ser menor. Sin embargo, hay un tipo de filtro, al igual que un tipo de gafa, que es mejor no utilizar cuando cogemos el coche. 

Gafas prohibidas para conducir: las fotocromáticas 

Las últimas gafas de sol a las que hemos hecho referencia son las que la DGT no recomienda para conducir un vehículo. El motivo es claro. En lugares oscuros, como un túnel, puede que la gafa no cuente con el tiempo suficiente para aclarar la lente, lo que se traduciría en una reducción de la visión que puede favorecer la colisión con otro coche.  

Asimismo, podría ocurrir todo lo contrario. Una vez aclaradas las gafas fotocromáticas, al salir de un túnel, la incidencia del sol puede acabar deslumbrándonos como conductores, sin que las gafas tengan tiempo suficiente para adaptarse a la nueva luz exterior. Por lo tanto, lo adecuado es optar por las polarizadas o tintadas.  

El filtro 4, el más peligroso 

Anteriormente, hablábamos de los filtros solían tener una categoría que va del 1-3, siendo esta última la más frecuente. Sin embargo, el filtro 4 se encuentra únicamente en las gafas fotocromáticas. Como explican desde la Dirección General de Tráfico, la reducción del paso de la luz es muy alta, lo que es peligroso cuando nos ponemos al volante. Por lo tanto, para evitar conducir como si no pudiésemos ver nada, es mejor elegir otro tipo de gafas. 

Multas por conducir con gafas fotocromáticas 

Ahora que la DGT ha advertido a los conductores del peligro de usar este tipo de gafas al conducir, en el caso de que un agente descubra a una persona conduciendo con ellas, la infracción se considerará grave. Esto quiere decir que la multa será de 200 euros, con posibilidad de obtener una reducción por ella si se paga lo antes posible.  

Proteger los ojos del sol durante la conducción es vital para evitar reflejos que reduzcan la seguridad en la carretera. Pero, conviene revisar el tipo de gafas de sol que utilizamos para ver si se corresponden con las recomendaciones de la DGT y, así, evitar sanciones y accidentes en carretera que el año pasado se cobraron la vida de 1.145 personas.